CENTRO DE TRATAMIENTO NEUROSALUS

La cara es el espejo del alma. Por eso, en apenas unos segundos de observación del rostro los especialistas en dermatología pueden determinar qué cuidados ejerce sobre él cada persona, pero también a qué malos hábitos le somete.

Los especialistas en dermatología pueden determinara qué malos hábitos se somete cada persona

De acuerdo con la doctora Nigma Talib, los alimentos que ingerimos pueden incidir directamente en la apariencia de la cara y la forma de envejecer. Algunos, como la leche o el chocolate, dejan rastros particularmente notables.

Pero también lo hace el alcohol; y en particular, el vino. Según Talib, “un par de vasos de vino pueden generar unas finas y aparentemente imperceptibles líneas en la boca y los ojos”. Y es que el exceso en el consumo del llamado ‘elixir de los dioses’ queda patente en la cara, suele provocar que los ojos se vayan enrojeciendo a medida que aumenta su ingesta, que los párpados se caigan, que los poros se dilaten y que las mejillas se tornen rojas.

«Un par de vasos de vino pueden generar unas finas y aparentemente imperceptibles líneas en la boca y los ojos”

En todo caso, lo que elige resaltar la experta dermatológica es que esta bebida, como cualquier otra alcohólica, en lugar de hidratar, deshidrata la piel, lo que favorece la aparición de arrugas entre la nariz y la boca. Para que la piel vuelva a su estado natural, el mejor y único remedio efectivo es reducir la cantidad de alcohol que se consume y elevar el de agua.

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