ESTUDIO SOBRE LAS AGRESIONES SEXUALES EN CAMPUS Y LA TOMA DE ALCOHOL
La agresiones sexuales son una epidemia preocupante que afecta a los campus universitarios en los Estados Unidos, y el perpetrador y/o la víctima a menudo habían tomado alcohol previamente. El objetivo de este estudio fue examinar el efecto del nivel de intoxicación, el historial de lagunas relacionadas con el alcohol, y el abuso sexual infantil (CSA) relacionado con la probabilidad de ser víctima o perpetrador de actividades sexuales coercitivas.
El objetivo de este estudio fue examinar el efecto del nivel de intoxicación, el historial de lagunas relacionadas con el alcohol, y el abuso sexual infantil (CSA) relacionado con la probabilidad de ser víctima o perpetrador de actividades sexuales coercitivas.
Los participantes (N=2.244) formaron parte de un estudio longitudinal de 6 años que exploró el consumo de alcohol y los riesgos conductuales asociados a ese consumo durante la universidad. Una submuestra (N=1.423) completó 30 días de encuestas diarias en cuatro años de universidad.
Los participantes proporcionaron informes diarios de su consumo de alcohol, perpetración de coerción sexual y victimización por coerción sexual. Utilizando modelos lineales jerárquicos, los resultados indicaron que los aumentos en la concentración diaria estimada de alcohol en sangre se asociaron con una mayor probabilidad de ser una víctima y de ser un perpetrador de coerción sexual. Además, los efectos principales del abuso sexual infantil y el historial de lagunas predijeron una mayor probabilidad de ser forzados a la actividad sexual, pero las lagunas no se asociaron con ser un perpetrador.
Los efectos principales del abuso sexual infantil y el historial de lagunas predijeron una mayor probabilidad de ser forzados a la actividad sexual, pero las lagunas no se asociaron con ser un perpetrador.
Una interacción significativa entre las lagunas y los aumentos en la concentración diaria estimada de alcohol en sangre indicó que las personas con antecedentes de lagunas tenían una mayor probabilidad de victimización por coerción sexual en comparación con aquellos sin lagunas previas.
Finalmente, tener un historial de lagunas y de abuso sexual infantil fue predictivo de una menor probabilidad de ser un perpetrador de coerción sexual en los casos más altos de aumentos en la concentración diaria estimada de alcohol en sangre, en comparación con aquellos sin antecedentes de lagunas. Por lo tanto, los esfuerzos de prevención deberían integrar el impacto de las lagunas relacionadas con el alcohol y el abuso sexual infantil en la victimización y la perpetración de la coerción sexual
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